Un varieté emocional con poemas, canciones, desnudos (para que todo no sea tan intelectual), artículos (la vida es un recorte y peque), pensamientos (cuando los haya), etc. Un cambalache descerebrado y jubiloso. Un bazar azaroso y desastrado. Se ruega entrar, pasear y comentar.
sábado, 5 de marzo de 2011
Simple y acogedor
Venzo mi natural reserva y me atrevo a mostrar mi humilde dormitorio. Espero que no los apene mi lóbrega sencillez...
Me conmueve tu humildad para dormir. Yo puse algo parecido en el dormitorio del puestero de la estancia, pero en rojo. Igual, por lo que veo no tiene espejos en el techo. Debe ser por tu natural ascetismo y vida monacal. Al margen: yo siempre tuve la impresión de que los reyes no dormían en esas camas, para mí tenían otro dormitorio al lado, chiquito y más blanquito; una persona con insomnio como yo, ahí no puede dormir, se distrae con tanta moldura, brillito y cosa colgando. Ni qué hablar de los paranóicos que deben sentir que en la primera de cambio se les cae algo en la cabeza.
Me conmueve tu humildad para dormir. Yo puse algo parecido en el dormitorio del puestero de la estancia, pero en rojo. Igual, por lo que veo no tiene espejos en el techo. Debe ser por tu natural ascetismo y vida monacal.
ResponderEliminarAl margen: yo siempre tuve la impresión de que los reyes no dormían en esas camas, para mí tenían otro dormitorio al lado, chiquito y más blanquito; una persona con insomnio como yo, ahí no puede dormir, se distrae con tanta moldura, brillito y cosa colgando. Ni qué hablar de los paranóicos que deben sentir que en la primera de cambio se les cae algo en la cabeza.
Y sí, que se te caiga algo en la cabeza es un riesgo que hay que correr cuando se es regio!!!
ResponderEliminarSobre todo si lo que se te puede caer es la hoja de una guillotina.
ResponderEliminarPor mera curiosidad, es alguna cama de Luis II de Baviera?
Yes, dear Horatio!
ResponderEliminar