sábado, 19 de marzo de 2011

Porque sí (o no tanto)

Como todo checato crónico, cada tanto tiempo debo ir al oculista y cambiar la graduación de los anteojos. Cuando llegué a la óptica, se me ocurrió imitar a Harry Palmer, un personaje que Michael Caine hizo en tres o cuatro películas y elegí unos armazones parecidos. Ahora, al menos de Michael Caine, tengo los anteojos...

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