La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos. Hay personas que hablan y hablan... Hasta que encuentran algo que decir.
Flirtear es el arte de hacer caer a una mujer en tus brazos sin caer en sus manos.
Lo poco que sé es fruto de mi ignorancia.
No se es rico cuando se tiene dinero, sino cuando se lo gasta.
Si los que hablan mal de mí supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, hablarían peor.
Si tener esposa fuera algo bueno, Dios tendría una.
El secreto de un matrimonio feliz es perdonarse mutuamente el haberse casado.
Cuando se dice que el dinero no hace la felicidad se alude, evidentemente, al de los demás.
Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como sí abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros.
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