martes, 7 de junio de 2011

Gajes del oficio

El queridísimo Humphrey Bogart era medio petizón, de ahí que cuando le tocaba actuar con una lunga como Ingrid Bergman, que medía como dos metros y medio, lo subían a coturnos, plataformas o tacos ortpédicos. El hombre bufaba, pero otro remedio no le quedaba. (Al menos tengo eso en común con Bogie, también soy retacón, tirando a inspector de picaportes).


No hay comentarios:

Publicar un comentario