Broadway debe reinventarse todo el tiempo para seguir vendiendo entradas. En las reposiciones de los grandes clásicos es donde se notan más los cambios y variaciones. No sé que opinarán ustedes, pero las versiones de este año suenan y se ven más blanditas, menos contundentes que las precedentes. Arriba: Anything goes del musical homónimo de Cole Porter en la versión de 1987, con Patti Lupone en el protagónico, arreglos musicales de Michael Gibson y coreografía de Michael Smuin. Abajo, la versión de 2011, con Sutton Foster en el protagónico, arreglos musicales de Bill Elliott y coreografía de Kathleen Marshall.
Un varieté emocional con poemas, canciones, desnudos (para que todo no sea tan intelectual), artículos (la vida es un recorte y peque), pensamientos (cuando los haya), etc. Un cambalache descerebrado y jubiloso. Un bazar azaroso y desastrado. Se ruega entrar, pasear y comentar.
miércoles, 15 de junio de 2011
Paralelismos 1
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La segunda chica baila mejor, y la coreografía de la nueva es más trabajada, pero indudablemente la Lupone tiene más energía y un vozarrón que te arrastra -aunque no puedo decir que me guste mucho-. Es cierto, la segunda versión es como blandita.
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