lunes, 28 de febrero de 2011

Tomando un café con Bertold Brecht

Muchos jueces son incorruptibles, nadie puede inducirlos a hacer justicia.

El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal.

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque.

Las revoluciones se producen en los callejones sin salida.

Desgraciado el país que necesita héroes.

El arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento.

Porque no me fío de él, somos amigos.

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