Stephen Sondheim, por su extraordinario musical Sunday in the park with George (Domingo en el parque con George), es el culpable de que me enamorara de George Seurat y su obra maestra Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (en francés: Un dimanche après-midi à l'Ile de la Grande Jatte). Paveando por internet, como es mi costumbre, me encontré con este homenaje. Desconozco quién lo hizo, pero desde ya cuenta con todo mi agradecimiento y mi simpatía.
Según lo que tengo entendido (y no me parece mentira)el problema con el puntillismo (o cromoluminismo, como preferían llamarlo ellos) de Seurat y Signac, era que para un cuadrito de dimensiones más bien chicas tardaban como dos años en terminarlo, puntito por puntito. Cómo no se iban a pudrir (o morir de viejos) los modelos, voto a Bernadette Peters!
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